Elegí que tu fueses la persona que llene mis días de sonrisas,
que me comieras a besos,
también tu voz al otro lado del teléfono.
Elegí llorar por vos de vez en cuando,
elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras.
Elegí que no quería otros abrazos,
ni otras manos deambulando por mi pelo.
Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes,
elegí que vos fueras mi locura y mi cordura.
Elegí las idas y venidas, las despedidas,
elegí la impotencia y la incertidumbre.
Elegí el miedo a fallar y los impulsos,
elegí las miradas, elegí temblar,
elegí hacerme adicta a vos, a tus manías
y a tu manera de hacer las cosas.
Elegí conservar intacto cada momento,
y dejar huella.
Elegí arriesgar y jugármela por vos.
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