sábado, 26 de marzo de 2011

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos. Esa persona con la que conseguìs la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella. Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que van a perder siempre .Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y les impediran, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día van a dejar de intentarlo. Se van a rendir y buscar a esa otra persona que acabaran encontrando.
Pero les aseguro que no pasara una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más. Todos saben de qué estoy hablando, porque mientras leian esto, se les vino su nombre a la cabeza. Se libraràn de él o de ella, dejaran de sufrir, conseguiran encontrar la paz (sustituida por la calma), pero les aseguro que no pasará un día en que deseen que estuviera ahì para perturbarlos.
Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.